Un fantasma compartido

La verdad es que esta história es graciosa, no es la primera que me hace reir cuando la recuerdo. Ocurrió un día de verano, estaba recogiendo la fregada de la comida y vi pasar por mi espalda, reflejado en la ventana, una figura negra; la verdad, no le hice mucho caso. La cuestión es que durante toda la tarde estuvo pasando por mi alrededor y siguiendome allí donde iba, cada vez que me giraba prácticamente tropezaba con él, aunque solia salir corriendo, era como si pensara que no me daba cuenta y si lo pillaba se marchaba rápido. A última hora ya estaba  cansada de tanto jueguecito, así que le hablé y le dije que en mi casa no podia quedarse, que debia marcharse a otro lugar, porque este sitio no era bueno para él, no era su lugar y le pedí que buscara cual era su camino. Creo que lo entendió a la primera pues se marchó. Poco rato después llegó de visita una familiar mia y me contó que había estado toda la mañana agobiada por un fantasma que la seguia a todos lados y que ya harta, a la hora de comer le había pedido que se fuera a "molestar a otro"; me entró la risa y le dije que me explicara como era.  Me dijo que era un chico joven, muy delgado, alto... y cuando le pregunté de que color era su silueta, me contestó que negra. Cuando le conté que me lo había enviado a mí, estuvimos un buen rato riendonos.