Esta historia es algo rara, para mi más de lo normal porque no me lo tomé como una premonición, simplemente lo dije sin pensar, como en otras ocasiones, lo sabes de repente, pero esta vez ni si quiera presté atención. Para explicar esta historia he de contar como estaba la situación, aunque si os habeis fijado intento dar los minimos detalles, a no ser que sean necesarios para enterder lo ocurrido.
Mi abuelo llevaba tiempo enfermo, no era nada físico, tenía depresión y le había dado por decir que quería morirse, aunque se encontraba bien pensaba que ya estaba de sobra en este mundo. Se pasaba los días diciendolo cada dos por tres, semana tras semana, nos lo decia a todos. A veces intentabas hacerle entender, pero era inutil, otras veces no hacias caso y otras simplemente te ponia de los nervios... Recuerdo un día, en verano y a pesar que normalmente solia decirle "no digas tonterías que me tienes que ver casar y todo", esa vez le dije "abuelo ¿tu te has parado a pensar que la semana que viene son fiestas? Te das cuenta que si te mueres en fiestas, ya nunca más podriamos pasarlo bien porque siempre pensariamos que en esa fecha tu faltaste y ya nunca seria lo mismo. Siempre dices que quieres que estemos bien pero nos arruinarias las fiestas para siempre; es mejor que te mueras cuando ya esten pasadas las fiestas, ¿vale?" Explicado así parece algo frivolo, pero es que las conversaciones con el tema en cuestión siempre eran algo raras y la verdad es que al rato lo olvidaba todo y volvia con la misma canción de que queria morirse. Pero esta vez fue distinto, me miró y me dijo "¿me muero despues de fiestas?" y yo le contesté que sí y que se quedara tranquilo. La verdad es que aunque parezca dificil de creer no volvió a decir nada sobre el tema de morirse, de hecho incluso se le veia mejor, tranquilo, hasta podía decirse que feliz. Pasaron las fiestas y quiso irse con mi abuela y mis tios a una vieja casita de campo a pasar unos días, cosa a la que era reacio desde hacia mucho tiempo, desde que estaba mal. Mi familia regresó a la ciudad y a los pocos dias, sin yo sentir nada, ni recordar la conversación, vamos, que ni me pasó por la cabeza, nos llamó mi tia para decir que mi abuelo habia muerto, cuando ocurrió estaba la mar de bien, casi se podia decir que murió con una sonrisa.
Despues de esto solo ha venido en una ocasión a verme, una vez que me intosiqué y me puse muy mal. Se sentó en mi cama y apolló su mano en mi rodilla, mientras me sonreia y supe que todo iria bien.
Bueno, en realidad se de otra ocasión que ha venido, pero no a verme; vino a acompañar a mi padre cuando llegó su hora, junto a otros familiares ya difuntos.
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