Recuerdo un día que iba con el coche por el centro de la ciudad, era hora punta, mi madre iba de copiloto, cuando de pronto, en un semáforo paradas, oimos un golpe como si algo hubiera caido en el techo del coche. La gente de alrededor no parecia que prestaran atención, como si no hubiera ocurrido nada, el semáforo estaba verde, así que pensaba que no sería nada y si acaso ya miraria en la próxima parada. Los vehiculos iban muy lentos, había mucho tráfico y de pronto vi lo que era, sinceramente me asusté, en la luna de delante se asomaron dos manos que parecia llevaban guantes negros y por el centro me miró una cara, bueno en realidad, era una capucha negra, no se veia que habia dentro, no tenia rostro, todo de negro, sobresalia por los laterales de mi coche el resto de la capa toda desgarrada. Creo que di un grito y le dije a mi madre si lo habia visto, mientras miraba al resto de conductores, tan normales, por lo que estaba claro no lo veian. Mi madre me dijo que no pero que sentía como si una sombra estuviera encima de nosotras. Le explique lo que se dejaba medio ver por el cristal, porque seguia encima de mi auto, intentaba asomarme, para verlo mejor acercandome a la luna delantera y me di cuenta de que obserbaba a los coches además de a nosotras. En ese instante sentí que era algo malo y que se preparaba para hacer algo, pense que queria probocar un accidente, solo estaba decidiendo quienes serian las victimas. Era tan siniestro, oscuro y maligno, no se que era, nunca antes habia visto algo así y hasta el día de hoy no lo he vuelto a ver. Esto me hace preguntarme que hay tantas cosas entre nosotros que desconocemos, que no vemos pero que estan a nuestro alrededor. Está claro que si de alguna manera contamos con algo parecido a angeles de la guarda, habría que pensar que también hay entre nosotros la otra cara de la moneda, el mal.
Despues de pensar lo del accidente, me puse muy nerviosa, paramos en un nuevo semáforo y empecé a golpear el cristal para llamar su atención, cuando se asomó y me miró, casi si me hiela la sangre pero le grite "¡lárgate, vete, no voy a tener ningún accidente, ¿te enteras? buscate otra victima, pero yo no!" Cuando lo dije, me asusté, porque no sabía como iba a reaccionar ese "ser", igual no habia sido tan buena idea gritarle. Pero curiosamente saltó a otro coche y de este a dos otros autos hasta que lo perdi de vista. Era realmente extraño, no tenia piernas parecia en realidad una capa deshilachada con una capucha y brazos, todo negro, no tenia un volumen como si tuviera cuerpo. Nada más irse mi madre dijo que la sensación de oscuridad que nos envolvia había desaparecido.
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