CADA DÍA A NUESTRO ALREDEDOR OCURREN COSAS MISTERIOSAS, SIN EXPLICACIÓN; LO QUE NOS DIFERENCIA DE LOS DEMÁS ES QUE NOSOTR@S PODEMOS SENTIRLAS, INTUIRLAS, VERLAS... TENEMOS UNA EXTRAÑA CONEXIÓN CON EL PLANO ESPIRITUAL, EN FIN, UN SEXTO SENTIDO QUE SOLO ALGUNOS SOMOS CAPACES DE DARNOS CUENTA. SI A TÍ TAMBIÉN TE OCURRE... ESTE ES TU BLOG.

jueves, 8 de octubre de 2015

CAPITULO I: EL PRIMER DÍA QUE ME QUEDÉ SOLA




Como os comenté en varias ocasiones, ya voy a contaros mi experiencia en una casa con fantasmas, en la que viví unos seis años. No me gusta  mucho explicar detalles que no tienen que ver con los temas de los que suelo contaros mis vivencias, pero en este caso sí que he de explicar cosas relacionadas con mi vida para que podáis entender cómo sucedieron los hechos. Ya os habréis dado cuenta que me sucede un poco de todo y en esta ocasión no iba a ser menos. Siempre he tenido la intuición de que me quedaría embarazada a los 25 años, así que cuando mi novio me dijo que quería casarse pensé que estaría bien disfrutar un poco del matrimonio antes de tener familia. Por entonces no trabajaba, no me renovaron el contrato a causa del accidente que tuve (recordáis que os lo conté, el de la premonición) y decidimos que nos iríamos a vivir cerca de donde él trabajaba, a unos 40 kilómetros de mi familia, en un pueblo. Nos alquilaron un primer piso en una finca. Estuvimos pintando, haciendo un poco de reforma…En realidad es que en ningún momento mientras lo arreglábamos noté que hubiera nada y la verdad es que estaba pasando una temporada muy tranquila en cuestión de “visitas y otras cosas”. Hacía apenas unos meses que había cumplido los 22 y nos casamos; a la mañana siguiente nos fuimos de viaje. Cuando regresamos empezó todo.
La primera mañana que desperté mi marido me dio un beso en la mejilla y se marchó a desayunar porque tenía que irse a trabajar. Yo me quedé acostada mirando mi nuevo dormitorio e imaginando como sería mi vida ahora. Entonces escuché  los pasos de mi marido que venía hacia el cuarto y quise gastarle una pequeña broma, me tumbé de espaldas a la puerta y me hice la dormida para que cuando me besara para despedirse asustarle. Pero la que se asustó fui yo. Oí las pisadas hasta la cama, noté como se movía y bajaba con su peso el colchón y después me dijo al oído “cariño ya estoy aquí y nunca más nos volveremos a separar”. La sangre se me heló porque no era la voz de mi marido, me giré rápidamente y aun logré ver como el hueco que había sobre la cama, como si hubiera alguien, volvía a su tamaño y forma normal.  La presencia de ese hombre se marchó por la puerta y me levanté para seguirle pero desapareció, corrí hacia la cocina y mi marido no estaba, al asomarme por el comedor a la calle, lo vi entrar al coche para marcharse. Desde luego sola en casa no estaba y aunque en un principio quise quitarle importancia, no podía imaginar por las situaciones que tendría que pasar y como acabaría todo.
(Esta ha sido la única vez que he entendido perfectamente todo lo que me decia un espiritu o fantasma)

No hay comentarios:

Publicar un comentario